La cultura de la imagen; el avance de Amazon y de las librerías digitales; la posibilidad de recibir (en una cajita volante portada por un drone) en la puerta de tu casa el libro elegido unos minutos antes en la computadora; los e-books de libre disponibilidad (o “truchados”) por cientos de miles de títulos en todos los idiomas; y un etcétera lejos de cerrarse, conforman el triste escenario de la declinación de uno de los templos laicos de la modernidad: las librerías. Y con ellas, el de una profesión que ha colaborado activamente en la gestión cultural de las comunidades […]